jueves, 29 de septiembre de 2016

Despresurización de un avión

Todos hemos visto películas donde la ventana de un avión se rompe y la gente sale despedida, volando sin remedio hacia el agujero. La realidad, terrícolas, es que el aire consigue equilibrar su presión con la de el exterior en apenas un segundo, dependiendo de la altitud a la que el avión se encuentre.

Así que la gente dentro del avión percibiría un bajón repentino de la presión. Tal vez un empuje breve e intenso hacia la ventana, de apenas décimas de segundo e insuficiente para sacarles volando del avión.

Ah, y el avión no necesita de presión interior para volar: no entraría en barrena por sufrir una despresurización de la cabina. El problema es si la gente podría respirar, pero con las mascarillas, debería. Aparte, tardaría poco en alcanzar una altitud suficiente como para permitir a la gente sobrevivir sin problemas.

Hay muchos casos documentados de aviones que han aterrizado con un agujero en el casco. No diré que no es un problema, pero no es para que la gente salga volando, se estrelle de forma irremediable o, como he llegado a ver, explote.

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